LA CRUELDAD HACIA LOS ANIMALES Y LA VIOLENCIA DOMÉSTICA

Investigaciones recientes han encontrado que existe un vínculo entre la crueldad hacia los animales y la violencia doméstica, también conocida como violencia intrafamiliar. Frank Ascione (1996) (28) realizó un estudio en Utah, Estados Unidos y encontró que las mujeres buscando refugio para ponerse a salvo de sus parejas golpeadoras habían vivido la amenaza de maltrato o de hecho el abuso mismo hacia los animales por parte de sus parejas y esto es una fuente potencial de trauma que comprende el abuso físico y emocional que experimentaron en sus relaciones. También se encontraron que los niños de algunas de estas mujeres también habían sido crueles con los animales y la causa podría ser por imitar la conducta que algún adulto en el hogar había tenido con las mascotas.

En 1997 Frank Ascione, Claudia V. Weber y David S. Wood (29) publicaron un estudio más amplio a diferentes refugios para mujeres maltratadas en 49 estados en el distrito de Columbia en los Estados Unidos. Encontraron de nuevo relación entre el abuso hacia los animales y la violencia doméstica.

Sue C. McIntosh (30) realizó un estudio en dos refugios para mujeres que habían sufrido violencia, en Calgary, Canadá y confirmó lo que otros investigadores como Frank Ascione (1996) (28) y Craig Daniell (2001) (31) ya habían descubierto: que el abuso hacia los animales y la violencia intraframiliar seguido coexisten. McIntosh descubrió que este problema no sólo se da en los Estados Unidos o en el este, sino que también en Calgary, en donde encontró que los niños podrían ser impactados por el abuso hacia los animales en casa y que esto podría ser la razón por la cual luego se continúa le círculo de violencia (30).

Craig Daniell (31) realizó su investigación en refugios de mujeres maltratadas en Ontario, Canadá y encontró que de 111 mujeres encuestadas que tenían mascota en su casa, el 44% de ellas dijo que su pareja había abusado o matado a una o más de sus mascotas, mientras que el 42% de éstas mujeres reconoció que su pareja había amenazado con lastimar o matar a la mascota de la familia y el 16% reconoció que otro miembro de la familia había abusado o matado a alguna de las mascotas. El autor dice que estos resultados coincidieron con un estudio previo que había realizado la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales en Ontario (Ontario Society for the Prevention of Cruelty to Animals (Ontario SPCA)) (31). Este estudio demuestra la relación cercana entre el abuso hacia los animales y la violencia intrafamiliar.

La falta de empatía y algunas conductas como un indicador de crueldad hacia los animales y los humanos E. Luk (32) junto con otros investigadores, realizó una investigación en la que revisaba los estudios acerca de los niños que son crueles con los animales. Encontró que estos niños parecen tener más síntomas severos de conducta y eso es un posible marcador ligado a un subgrupo de serios problemas de conducta. En este estudio los niños mayores en el grupo que tienen problemas de conducta y que son crueles con los animales reportaron significativos niveles elevados de autoestima en comparación con el grupo de niños estudiados sin reporte de ser crueles. Este estudio contribuye a aportar datos que apoyan la relación entre los niños que son crueles con los animales y la psicopatología en el adulto que a veces tiene como características sugeridas por Paul Frick tales como la falta de culpa, la falta de empatía y el encanto superficial.(33 y 32).

Kelly L. Thompson y Eleonora Gullone (34) hicieron un estudio empírico para ver el vínculo entre la empatía y las conductas prosociales y antisociales en los adolescentes y llegaron a la conclusión de la empatía y el cariño juegan un rol importante en la predicción de conductas de los adolescentes que tendrán repercusiones entre la conducta positiva o negativa de éstos y su trato hacia los animales. La presencia de los padres y el cariño de éstos también ayudan a desarrollar y a mantener altos niveles de empatía. Bill C. Henry (35) hizo un estudio entre 286 estudiantes universitarios en Estados Unidos. Pretendía examinar las relaciones entre empatía, ambiente familiar, actitudes hacia los animales y la participación en el abuso a los animales utilizando una metodología de autorreporte. Este autor dice que no pudo diferenciar, en relación a la empatía, a las personas que no habían abusado de los animales de las que sí habían abusado de los animales. Cree que este resultado se dio probablemente debido a que las deficiencias en empatía de los participantes que habían violentado a los animales ya se habían resuelto al momento de realizar el estudio.

David Mellor, James Yeow, Norul Hidayah bt Mammat y Noor Fizlee bt Mohd Hapidzalt (36), hicieron un estudio en Malasia para revisar la asociación entre los reportes parentales acerca de la crueldad hacia los animales (maliciosa, típica y total) y el reporte parental con el autorreporte de las fortalezas y debilidades psicológicas en una muestra de 379 estudiantes de educación básica en un contexto oriental para contrastarlo con las investigaciones realizadas en el occidente. Dicen que no encontraron diferencias en cuanto al género respecto a la crueldad hacia los animales o los problemas psicológicos. Sin embargo en los análisis regresionales se encontraron factores predecibles de la crueldad hacia los animales en niños y en niñas. En el reporte parental, la hiperactividad es un factor predecible único de crueldad maliciosa y crueldad total hacia los animales en los niños. Mientras que en el autorreporte de las niñas, los problemas de conducta eran un factor predecible de crueldad típica hacia los animales.

Estos estudios son interesantes y se espera que más países hagan estudios similares para comparar resultados y encontrar variables relacionadas con la crueldad hacia los animales y prevenir la crueldad posterior hacia los humanos.

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